Mishka, una pequeña amateur alemana con tetas firmes y un coño afeitado, se complace a sí misma con un gran consolador, retrasando hábilmente el orgasmo hacia un clímax emocionante. Esta sesión de masturbación en solitario es una visita obligada para los amantes de los consoladores y aquellos que aprecian una demostración tentadora de amor propio.